Me llamo Mauricio Furmanski…pero desde que tengo uso de razón todos me pusieron el apodo de TATA…nunca supe porque, pero ese es mas mi nombre que ningún otro.
Ahora con 94 años…miro para atrás y recuerdo, como si fuera hoy…con que claridad me sentí enamorado de hacer algo por la juventud, por esos adolescentes que veía sin rumbo y con un potencial gigantesco que la sociedad se pedía por no darles una brújula interior que les oriente…
Debo confesar algo…muchos años antes , también trabajaba con jóvenes pero estrictamente desde el aspecto fisico, artes marciales y defensa personal, creyendo que eso era una herramienta clave para forjar sus almas, y seguir una guia de como estar en el mundo con respeto y con coraje, con gracia y coraje…
Pero las artes marciales no tocaron el alma de esos cientos de jovenes que pasaban por mis manos…
era util pero muy insificiente…
habia que encontrar otra medicina …
algo mas para el alma que para el cuerpo…
Y no se muy bien como , un día se entretejió en mi cabeza una escuela de vida para experimentar fuera de la escuela convencional….
Era el año 1972…donde muchos jóvenes eran captados por los grupos terroristas de la Argentina de esa época…
así que no tenia tiempo, para planificar, sino para ponerme en marcha y crear la escuela mientras la vivíamos…Sentía que había que plantear un reto básico , y tenia que ver con las emociones, que los jóvenes fueran sensibilizados desde todos los ángulos posibles, para poder estar en el mundo con una mirada mas humana…despertandoles el deseo de dar y de amar al prójimo…
Tuve que huir de Buenos Aires cuando llego la dictadura militar…me dejaron con vida, si prometía salir del país…
así lo hice
Saque primero a mi mujer y mis 4 hijos, y me fui ultimo…
por suerte había podido formar a cuatro camadas de jóvenes…y ver que el sueño se hacia realidad, que había amor disponible en esas edades en que la confusión hace que ese impulso se descontrole…y pierda el rumbo…
Con esas 4 camadas de egresados fue suficiente para que 45 años después la escuela de lideres continúe…
Ya no tengo nada de contacto con ellos pero soy parte inseparable de lo que allí se sigue cultivando…
Por supuesto , con algunos discípulos de esas primeras aventuras educativas seguimos en contacto…
y sus almas siguen expandiéndose, y con ello llenan de amor la mía, que esta pronta a salir de este plano.
Educar es únicamente una experiencia viva de aprendizaje.
Dar es Recibir.
Tata