Yo soy un maestro que, hace ya un tiempo, aprendí de otro maestro, que abrió mis ojos, mi corazón, mi mente y mi energía hacia la posibilidad de la existencia de otra realidad.
En aquel tiempo me facilitó la información y el lugar de descubrimiento, para sentir que de mí salía una vibración que nunca la había sentido, me inicié en la posibilidad de reconocer mi cuerpo energético y el de los demás, me inicie en la posibilidad de reconocer el poder de la concentración, de la respiración, de la meditación, de la cercanía y la lejanía de todo lo que nos rodea. Fue en el momento de mi vida más apropiado para recibir ese aprendizaje. Esa persona con porte humilde pero seguro de lo que estaba haciendo, me acompañó en ese recorrido, con paciencia, entusiasmo y con pasión. Supongo que ver que la semillita que has regado empieza a florecer, es el regalo mayor que puede recoger un maestro y creo que él lo recogió viendo mi evolución.

Soy un maestro que se encontró en su camino un padre lleno de valores, grandes valores que supo mostrarme y permitió que los cogiera como parte de su legado. La honestidad, la caridad, la generosidad, el voluntariado, la integridad, el amor, el respeto,….. Tantos y tantos valores como olas hay en el mar. Gracias a su generosidad yo he podido desarrollarme como el ser que soy.

Soy un maestro que en el inicio de mi vida, me encontré con una maestra que medió todo lo que tenía para mí, amor, dedicación, generosidad, bondad, apreciación por la unión familiar, etc., etc., tantas y tantas virtudes que no puedo llegar a enumerar, pero que ahí están, forman parte de mí, de mí como maestro y alumna a la vez.

Soy un maestro que en el transcurrir de mi vida ha tenido un sinfín de encuentros con otros maestros, cada uno tenía un regalo para mí, la paciencia y el compromiso, la alegría y la esperanza, el despertar a la mente y sus grandes campos sin descubrir hasta ese momento, la personalidad escondida detrás de las emociones, la visión holística de la educación y a la vez, de la existencia, una sonrisa, una caricia, un estoy aquí….

Todos y cada uno de esos maestros que se han asomado a mi transcurrir por este capítulo de mi existencia, los siento parte de mí, parte de mi recorrido, pues mi recorrido sin ellos no sería el mismo y por consiguiente yo no sería así.

Yo soy un maestro con pequeñas partes de otros maestros que, a su vez, todos forman parte del ahora y del aquí….

Gracias a todos y cada uno de vosotros, maestros de mi recorrido, de mi evolución y de mi despertar, gracias, gracias y mil gracias…. Siempre iréis conmigo…., siempre iréis conmigo, aquí en mi corazón, aquí en mi ser y estar…