Querida Magda, que importante es darnos cuenta que la verdadera finalidad de la educación no es el llegar a convertirnos en enciclopedias ambulantes que deben tener la respuesta a todas las preguntas del “saber humano” sino que se centra en ser que vive, que aprende, que se desarrolla, que trasciende. Que bien se siente lograr liberarnos de la “obligación” de ser perfectas y de hacer las cosas “como deben”hacerse, así como del miedo que sentimos al rechazo cuando decidimos ser lo que somos no lo que nos han dicho que debemos ser, no lo que nosotras mismas nos exigimos la perfección.

Compartes que te es fácil estar en el presente cuando estás sola, pero no siempre lo consigues cuando estas acompañada. Estar en el aquí y ahora haciendo cualquier cosa, en soledad o en compañía simplemente significa que estás ahí, que tu cuerpo, tu mente y tu alma están ahí en ese momento que si se habla del pasado se habla en ese presente, que si se habla del futuro se está hablando en el presente.

Me conmovió mucho lo que compartes sobre tu madre, tocó mucho mi propia experiencia.

Un fuerte abrazo,
Ana María