Reflexiones de la lectura
Me ha hecho ver que formamos parte de una evolución que no tiene fin. Estamos en meldio de un proceso de educador-alumno. Tanto vamos aprendiendo tanto podemos ofrecer. Que mi educación se convierte en educador. Me doy cuenta de cuantas cosas tengo por saber y esto me hace sentir prudente en mi hacer.
En la lectura, los antecedentes, me queda grabada la influencia de Rousseau en la que manifiesta que la transformación interna del ser humano es la gran arma para el cambio y que la experiencia es lo primero. Realmente es así. La experiencia creo que es la que transforma nuestro ser. De dentro hacia afuera. Son ellas, las experiencias, las que nos dan el conocimiento inmediato. Son ellas las que nos hacen movernos. Aceptarlas sean del color que sean, son las que transforman.
Sentimientos experimentados al leer el texto
Me he sentido conmocionada durante la lectura. Desconocía la historia sobre las que se aposentan hoy las maravillosas perspectivas de la educación holística. El recorrido histórico me ha permitido observar y sentir mi hacer en estos momentos con más calma. Sentir que la educación es un proceso, un camino de forma de ser a seguir y a practicar. Ahondar un poco en la historia me ha animado a indagar un poco más. Descubrir este mundo tan maravilloso de historia, con sus pensadores y difusores me he sentido impulsada y motivada para formar parte de ese cambio. Considero que revisar los pasos que nos han traído hasta el aquí y ahora realmente nos dan fuerza. Que hay mucho trabajo hecho y vale la pena darle forma y utilizarla. Tenemos una gran oportunidad para impulsar lo hecho hasta ahora. No creo que haya que crear nada más, simplemente utilizar las herramientas recibidas. Estamos en cambios muy importante, desde hace tiempo y hay una gran llamada al cambio. .. La semilla que podemos ir aportando a todos nuestros pequeños y pequeños mayores debe nacer desde nuestro ser, Siendo y estando presente y consciente de todas nuestras formas de hacer. Revisar hábitos, cambiarlos, revisar pensamientos, sentimientos y convertirlos en una oportunidad de CAMBIO.
También el descubrir que realmente, dejando que la conciencia se manifieste, podemos crear un cambio de paradigma hacia un presente.- futuro. Me siento unida a la totalidad, a la evolución, a los diferentes procesos Incluso me ha hecho comprender muchos aspectos de los social. Sentir que poseemos herramientas suficientes y maravillosas para aplicar en el campo educativo social me refuerza la confianza sobre que SI ES POSIBLE. Si muchos hemos podido recuperar el conocimiento y sentir nuestra conciencia, trabajarla, escucharla sin haber tenido esa educación que hoy en día pretendemos. Imagina como puede ser ofreciendo las herramientas conscientemente.?
Aplicación práctica para mi vida personal y profesional
Como aplicación práctica personal, siento que estoy en ello. Integrando el conocimiento y sembrar con la realización, el hacer, compartir. Participando y experimentando cada una de las partes que conforman nuestro proceso. Tengo mucho por hacer e integrar. Conforme voy descubriendo voy dándole forma. De todas maneras el día a día, y las experiencias y vivencias, serán las que ayuden a poner en práctica las nuevas herramientas y conocimiento adquirido.
A nivel profesional, aunque ahora inactiva, me está dando un conocimiento limpio y claro para poder compartir. Precisamente dejé mi actividad para poder transformarme, no me sentía en armonía con lo que podía ofrecer y no podía seguir dando sin descubrirme. En general tiene una aplicación amplísima, porque me hace percibir todas las formas de mi ser, de los demás y de todo lo que me rodea. Ahora siento que debo y quiero trabajar sobre mi, corregir, transformar y permitirme el tiempo necesario para integrar. Llegado su momento, el gran espejo que nos rodea, será el que marque la práctica.
Experiencia educativa que ha dejado huella en mi vida. Factores y circunstancias que se dieron y la hicieron inolvidable.
Creo que han sido muchas. Desde la infancia y adolescencia durante los estudios, en la familia, escuelas de formación. Infinitas. Ahondar en ello me ha hecho reflexionar y meditar sobre lo que he aprendido que no era consciente. Algunas de ellas me han llevado a recordar mi historia. Ha sido fascinante. Incluyendo aquellas que en su momento no fueron positivas, con el tiempo te das cuenta que aquello que te molesto te ha enseñado, a hacer las cosas diferentes, a no repetir aquellas maneras, por ejemplo.
Con felicidad recuerdo a mi abuela paterna. La paciencia y dulzura que desprendía en enseñarme y escucharme sobre todo. . Su cocina era fantástica y yo muy curiosa e impaciente. Era a la única que escuchaba con mucha atención. Sabía hablarme, además reía mucho y sonreía con todo lo que explicaba. Recuerdo mi primera tortilla de patatas a los 9 años. Quise darle una sorpresa, la sorpresa fue que no freí las patatas. Lloré no se cuanto rato.. Sus risas y la dulzura con la que trato fue tan grande que no lo he olvidado. Me enseñó a no sentir4me mal si algo no salí, a reírme y disfrutar con lo que no hacía bien. Mi abuelo materno, ebanista y carpintero, me transmitió mucha atención. No es que yo la tenga, pero recuerdo su gran concentración para hacer sus muebles. Silbaba todo el tiempo.. yo hoy silbo mucho cuando camino y me centra en mis paseos.
Otra experiencia muy sanadora fue cursando naturopatía. Aprender reflexología caminando por la montaña, sintiendo cada milímetro de las plantas de los pies, me ayudó mucho a conectar. O aprender anatomía o fitoterapia sentados en el campo. La conexión con mis compañeros, con la naturaleza y la libertad de expresión de sentimientos y pensamientos ha tenido una gran huella en mi vida. Sentirme libre de ser yo misma, aprendí y sentí respeto, a reírme de los malos momentos, a vivir con calma.
Médicos a los que he acudido como Jaume un gran Naturopata que me sanó siendo adolescente. Me enseño a no tener miedo de las dolencias. Su naturalidad ante la enfermedad y la forma de hablarme, a mí, no a mi madre quien me acompañaba, me ayudó muchísimo a ser responsable de mi y de mi cuerpo. Solo yo podía sanar. Ni las hierbas, ni los remedios… Fue una época de mucho dolor físico y me acompañó con mucho humor. Me enseñó confianza, fe y disciplina.
También me han enseñado, humildad, compasión, paciencia,….. ha habido muchos maestros, muchos seres de un día, de semanas … aprendizajes de un instante, con un gesto, una palabra y otros más largos. Deseo que sigan estando en mi camino. Que siga encontrando quien me enseñé a Ser.
Gracias a todos ellos.