Respuesta a: Lectura capítulo 4: Educación Holística


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Magda
Invitado

Hola a todos!

-¿Qué reflexiones se desprenden de la lectura?
Los planteamientos de este capítulo me han permitido darme cuenta de que soy educador y educando al mismo tiempo. Este hecho supone para mí una gran dosis de humilidad , de aceptar que desconozco muchísimas cosas y que no importa en absoluto saberlas o no. La lección está en cómo camino hacia mi ser, cómo trasciendo mis distintos cuerpos para llegar a la conciencia y a la unión con los demás y con el universo. Y además disfrutar con ello.

-¿Qué aplicación práctica tiene para tu vida personal y profesional?
A nivel personal me está ayudando en mi proceso de crecimiento, en poner más conciencia en todos mis actos cotidianos. Este hecho repercute directamente en las relaciones más cercanas (mi pareja y mis hijos). Me permite muchísimos “darme cuenta” a lo largo del día. Hasta ahora consigo mantenerme presente cuando estoy sola y veo que me resulta un poco más difícil en compañía (en la rutina habitual).
A nivel profesional me he replanteado el sistema que quiero utilizar para realizar los talleres con padres ya que me he dado cuenta de que estaba intentando enseñar sin aprender.

-¿Que sentimientos experimentaste al leer este texto?
Una gran sensación de alivio que me ha permitido relajarme debido al hecho de sentir que no se trata de evaluar constantemente al educando ni al educador. Este aspecto me ayuda a desidentificarme un poco de la exigencia de hacer siempre las cosas bien y, al mismo tiempo, también me aleja un poquito del miedo al error y al rechazo.

-Describe una experiencia educativa que haya dejado huella en tu vida y analiza que factores y circunstancias se dieron que la hicieron inolvidable.
Muy a pesar de su amor incondicional; su dureza de carácter, su estrés, sus migrañas y su mal humor me llevaron durante mucho tiempo a sentir distancia emocional de mi madre. Así durante mi vida he hecho lo indecible para captar su atención, buscando siempre su reconocimiento y, por extensión, el de otras personas de mi entorno, creyendo que era la manera de sentir que existo.
Después de trabajar a fondo este tema pude ver su otra cara, sobretodo durante su enfermedad. Debido a ella se desmoronó su armadura de protección (y también la mía) y apareció la persona dulce, cariñosa y llena de amor que fue mi madre. Se dejó cuidar, sostuvo con paciencia mi angustia durante los primeros días después de recibir el diagnóstico, acogió con agradecimiento mi posterior aceptación de su futura muerte y planeó al detalle su funeral (su pasión por dirigir se mantuvo hasta este momento). Durante sus últimos días me di cuenta de todos los detalles de su ser y de su hacer que se me habían pasado de largo, escondidos debajo de mis juicios egocéntricos. Su atención a los más desvalidos, su enorme energía de superación y de resistencia a la adversidad, su amor absolutamente incondicional a los suyos, su alejamiento de la crítica destructiva y su enorme corazón. La paz con la que se despidió de todos nosotros, aceptando su destino y confiando plenamente en nuestra capacidad de vivir plenamente formaran parte para siempre de mi experiencia de vida. Con lágrimas en los ojos escribo, desde el corazón, GRÀCIES MARE.